PRÓLOGO
La luz matinal deslumbraba por fin Poniente que se había sumergido en la oscuridad perecedera de la noche. El Caballero azul acariciaba a su huargo mientras despedía con la mano al hombre que le engendró.
-Buena suerte en tu viaje, padre.
-Hijo, cuida del reino. Ya ha pasado muchas cosas y este muro no aguantará más. Han sido demasiadas generaciones en nuestra casa.
-Pero si la casa es alquilada, papá...
-Marcho ya hacia el Sur.
-Padre...
-Ten cuidado con la salvaje del este.
-Cuidaré de Simona
-Y por cierto... Se acerca...
-¿El invierno?
-¡NO, TU CALVICIE!
Lord Serrano montó en la yegua y dejó la figura de su hijo atrás. El Reino quedaba en las manos de un joven el cual había perdido demasiadas guerras. Pero no por eso iba a darse por vencido. Llamó a los juglares y a sus consejeros más sabios para organizar un nuevo torneo. El último torneo antes de la llegada del invierno
-Thor, conmigo
Cogió un cuervo de la jaula y sacó la pluma. Escribió y acto seguido puso el sello de su casa. El cuervo voló (Vamos que envió un "Guasap")
-Salvaje, Salvaje. Simona. ¿Simona?
-¿Amo?
-Se acerca...
-¿El invierno?
-No, lo que vas a tener que limpiar mañana.
-¡Rasurese el vello facial, Insecto pequeño, bastardo!
Lord Serrano... parece el nombre de una marca de embutidos...
PERONA
El sol se ocultaba por las montañas lejanas del norte formando una mezcla de colores anaranjados y rojizos que se reflejaban en las nubes. Tonos morados y amarillos en la paleta de los Siete Dioses.
Perona de las Nubes aprovechó el momento para observar el crepúsculo y soltar un suspiro dando el coñazo a los otros lugareños.
-Chicos, mirad, mirad. Voy a hacer una foto. Nubes XXVI
-¡ERES UN PESADO!
Bebió de su cerveza de Dorne y se limpió las barbas con el escudo de su casa.
En un momento de mirada perdida, divisó una figura. Perona se colocó el cinto y sujetó el mango de su mandoble y fue directo a la piscina. En ese momento apareció.
Una joven de dieciocho años besada por el fuego, su pelo desprendía un olor a verano. Vestía como una dama de alta casa. La sonrisa pícara y las pecas en su tez hicieron que el noble caballero soltase un piropo digno de un trovador.
-"Me la follaba"
Tanteó el terreno y volvió a dar un trago a su cerveza. Caminaba a paso firme y ligero.
-"Hazlo por la gente del pueblo, hazlo por la gente del pueblo... Esas personas de las que siempre hablo cuando estoy con otros grupos y a veces puedo resultar irritante"
-Buenas noches, noble caballero-Dijo ella
-Bella dama...
A VER, SABÉIS DE SOBRA QUE NO FUE ASÍ, PERO COÑO. ES MI PUTA HISTORIA. LA CUENTO COMO ME SALE DE LOS COJONES.
Se miraron, bailaron, hablaron, fantasearon.
Perona imaginó su vida con la mujer de sus sueños. Tras separarse un momento de ella e intentar bajar a mi PUTO JACUZZI SIN MI PERMISO. EL MUY HIJO DE PUTA. Al subir de nuevo a la primera planta,observó que no estaba ella sola. Sacó su mandoble y escupió una maldición. Pero su rival no se acobardó. Sacó su espada, más fría, más tensa, más dura, y mucho más ligera.
Cualquiera diría que estoy haciendo una metáfora de sus penes.
-Soy Perona de las Nubes. Apártate de ella, sucio sangresucia.
-Eso es de Harry Potter, idiota
-Error mío.
-Yo soy Juanjo Blanco, de la Casa... Blanca
Juanjo vestía una camisa hawaiana, patillas y era tan alto como la Montaña que Cabalga. Al menos medía diez palmos desde el suelo.
-Pues con esas pintas pareces Ace Ventura
-Retira eso, bastardo
-Jamás. Soy Perona de las Nubes. Prepárate a morir.
-Y eso es de la Princesa Prometida
-¡Muere!
-¡Vamos!
LA MUJER DE LA VOZ QUE TRUENA
Belén de la casa Pascual (Productos lácteos y demás) de Villatopo. Esperaba en la fría noche del caluroso verano mientras veía caer los típicos copos de nieve propio de la estación en el suelo.
-"¿Dónde estará la idiota esta?"
Esperaba a dos mujeres para guiarlas por el Camino Real hasta el Reino. Aguardaba dubitativa.Aparecieron y ella exclamó con su voz tronadora.
-Buenas noches, soy Belén de la Casa Pascual-Marta asintió.
-Acompañadme pues a Desembarco
El camino de vuelta fue breve y una vez pasada la muralla, se abrieron las compuertas. Fueron recibidas por el Joven Rey, su huargo y varias jóvenes que acababan de llegar.
Álex Bolson,de la Comarca, andaba junto con Belén hasta que una persona se puso de por medio. Le cortó el paso con una pierna e impidió que pasase a la piscina.
-Hola, Ser Alejandro
-H-hola-Contestó la joven florecilla ( Álex )
-Veo que tu torso se ha formado por el fuego del Dios único-Laura de Tarth pasó sus manos por las mejillas de Álex y le dio un beso húmedo mientras Belén observaba.
-Tengo que irme-respondió Alejandro.
-Creo que no te vas. ¿Sabes? me recuerdas a mi difunto marido... Y... le echo de menos.
-De verdad, tengo que poner música...
-No te vas a ir a ninguna parte.
-Tengo que ir a molestar a Carlos para darle pelotazos mientras se lía con una tía. Es a lo que jugamos en los Torneos.
-¿Siempre que hay torneo se lía con alguien?
-No, por eso es tan especial...Me voy-Laura de nuevo se interpuso. Belén seguía mirando pero por el rabillo del ojo vio una disputa de espadas entre Ace Ventura y un colgaó de las nubes.
Belén dio una vuelta por todo el castillo y estuvo hablando con fulanas para ver si se liaban con gente apuesta.
Observó a las demás personas. La contorsionistas, la mujer besada por el fuego hablando con Lord Sergio y a Carlos bajando el nivel de la música a tan solo las once de la noche.
Laura cogió del cuello a Alejandro y le metió la lengua en la boca. Sabía a tabaco y él odia a las mujeres que fuman. Le pasó las piernas por los omóplatos y recitó a todos sus conocidos de su barrio peligroso...
-Déjeme, mujer
-Vas a hacerme el amor aquí delante de todos...
-¿Incluso del amigo ese que ha traído Bea y nadie conoce y eso que hoy es su cumpleaños?
-Sobretodo de ese
-¡Suelte! o lo lamentará... Ya- Laura le hincó las uñas en la cara y gotas de sangre brotaron.
-Hazme el amor...
Álex cayó al suelo y Laura se subió encima suya. Gritó pero eso hizo que apretase más. Pateaba, lloraba, gemía... Y solo escuchó la risa traviesa de su agresora. Laura sacó las uñas de las heridas y le desabrochó el yelmo. Con su daga dibujó lineas en el pecho desnudo.
-Vamos a fundir nuestras almas mortales, mi apuesto principe. Voy a hacerte eterno en mi ser. Y vas a depositar tu semilla dentro de mí.
Ah por cierto, Jorge estaba en la playa liándose con una chica que tocaba el Cello.
-Vas a ser mío, serás mío.. Para siempre. Para siempre. Siempre. Sie...
La cabeza de Laura rodó y un chorro de sangre empapó a un Alejandro indefenso.
Belén portaba una espada con las dos manos. La soltó y se dirigió hacia a Alejandro.
-¿Estás bien?
-Creo.. creo que sí.
-Te pondré a salvo. Nos iremos de aquí antes de que se rompa otro cristal.
-No. Debemos quedarnos. La fiesta sin mí caería... Ahora gritaran mi nombre cuando suene Lady Gaga. Tienes que confiar en mí.
-No sabes nada, Alex Bolson.
Creo que Jorge se lió con ella el primer día. Al fin y al cabo estaba hecho un jodido fucker.
EL CAPITÁN DE LA CEBOLLA.
-Prrrrrpprppprrpprprpprp prprppprpprprprp prprpprprpr prprpr prprprp
El sonido que hace un hombre entre dos pechos
-Prrrpprpprp... Prrpprprpprprprppp
El capitán que odia la cebolla y adora a un rey, así porque sí, y una mujer se fundían en un solo cuerpo en el cuarto del salón principal del Trono.
Nah, solo le comía las peras.
-Prrrppprppprrrrrppp Prppprprprpppprpp
Tras ser interrumpidos por dos plebeyos, Barco la dejó en la sala y se puso la coraza con el blasón de su casa. Un águila imperial sobre una banda roja y amarilla.
-Por el Rey-dijo mientras se limpiaba las babas-Una grande y libre.
Subió las escaleras hasta las piscina y cogió una jarra de vodka lima la cual bebió en tres sorbos.
El Capitán de la Cebolla necesitaba más. En el Nido de Águilas se le conocía como el devorador de pechos. Un alma sin sentimientos que podría chupar todos los pechos; Grandes, pequeños, de pezones en punta, de pezones galleta María, pechos con la vena esa verde azulada que tienen todas en los vídeos de MILF en youporn y pechos de negra... Nah, eso él no lo haría.
Se tocó los cuatro pelos que tiene por barba y dio la vuelta al notar la presencia de dos protuberancias.
Una dama de la capital se puso delante suya y guiñó un ojo. Barco sonrió y tiró la jarra al suelo.
El depredador volvía a atacar.
-Acompañadme a los aposentos, Capitán.
-No habría mayor placer para mí. "De puta madre, ya tengo nuevo capítulo para mi homoblog de quinceañeras"
Tras un período sin hacer nada e una habitación de mi casa...
-Me debo ir-dijo aquella fugaz mujer
-¿Ya? ¿Tan pronto? Aún no nos conocemos
-¿Quieres que me vaya, mi apuesto capitán?
-Eh...eh...
El Capitán de la Cebolla murió de un derrame cerebral.
El Capitán de la Cebolla necesitaba más. En el Nido de Águilas se le conocía como el devorador de pechos. Un alma sin sentimientos que podría chupar todos los pechos; Grandes, pequeños, de pezones en punta, de pezones galleta María, pechos con la vena esa verde azulada que tienen todas en los vídeos de MILF en youporn y pechos de negra... Nah, eso él no lo haría.
Se tocó los cuatro pelos que tiene por barba y dio la vuelta al notar la presencia de dos protuberancias.
Una dama de la capital se puso delante suya y guiñó un ojo. Barco sonrió y tiró la jarra al suelo.
El depredador volvía a atacar.
-Acompañadme a los aposentos, Capitán.
-No habría mayor placer para mí. "De puta madre, ya tengo nuevo capítulo para mi homoblog de quinceañeras"
Tras un período sin hacer nada e una habitación de mi casa...
-Me debo ir-dijo aquella fugaz mujer
-¿Ya? ¿Tan pronto? Aún no nos conocemos
-¿Quieres que me vaya, mi apuesto capitán?
-Eh...eh...
El Capitán de la Cebolla murió de un derrame cerebral.
JUANJO
Las espadas de ambos chocaron y soltaron chispas de rabia e ira. La teatralidad y los juegos de muñeca iban al compás endiablado de la música ya inexistente de un aparato de música de mierda.
Dieron dos pasos hacia atrás y de nuevo se embistieron. Volvieron a chocar sus armas por encima de sus cabezas. Luego por debajo de la cintura y finalmente las puntas se besaron.
Sí, parece que sigo haciendo metáforas de sus penes.
-No puedes hacer nada contra mi poder, Perona.
-¿Creéis que os tengo miedo?
-Deberíais... Os mataré, os mataré. Lo juro por los dioses antiguos y nuevos.
Juanjo fue el que esta vez dio dos golpes al escudo de Perona. Seguido de un tajo en la pierna que hizo que éste pusiese una mueca de dolor. El Caballero de las Nubes volvió en sí y golpeó el pecho de Juanjo haciendo que perdiese el equilibrio. Atajó cinco duros golpes pero todos fueron esquivados desde el suelo. Cuando se puso en pie, alzó de nuevo la espada y cortó parte de la oreja de Perona
-Hijo de puta- Perona movió el mandoble de izquierda a derecha sin producir daño alguno.
-Luchas igual de mal que sirves copas...
-Te mataré... Te mataré, vil bastardo.
Perona hizo una llave de judo a Juanjo y ambos de nuevo besaron el suelo.
-¿Qué haces?-Preguntó el alto
-Matarte...
Perona clavó la espada en la cintura de su adversario. Un torrente de sangre tiñó el agua de la piscina.
-Te dije que te mataría. Ahora si me disculpas...
Pero la pelirroja estaba hablando con Sergio...
-No... no es posible-Gritó. En ese momento sintió una presión debajo suya. Juanjo le rompió la pierna desde abajo y se puso encima suya. Le dio un puñetazo rompiendo la dentadura y agarró el cráneo. Con ambas manos apretaba cada vez más y más, hasta que una explosión de sesos, sangre y perdición se propagaron en una sala ante la mirada de Simona que dijo que ella no iba a limpiar nada de eso.
Juanjo se levantó... Pero solo durante cinco segundos, luego cayó a la piscina.
EL HATER INJUSTIFICADO DE OASIS
Sergio estaba tumbado en el sofá del alto torreón pasando una borrachera y después de haberse caído tres veces por culpa de una pelota roja y gigante. La sala estaba en silencio y casi todos habían muerto en lo que se conocería como la fiesta sangrienta o la fiesta en la que no pasó absolutamente nada. Pero una única voz destacó.
-Vamos a las piscina...Vamos a la piscina-Dijo Verónica la que no calla- Vamos a la piscina, vamos a la piscina...
La voz taladraba la mente de Sergio a cada palabra que decía.
-Venga, vamos a la piscina... Vamos a la piscina
Ya no había silencio. Solo ella hablando al infinito y miles de quejas insinuando;
¡POR DIOS CIERRA LA BOCA YA!
-Vamos a la piscina...
Y dale, no se callaba
-Vamos a la piscina... Venga...venga....VENGA.
Seguía y seguía hablando. Sergio apretaba los puños y se mordía los labios.
-Vamos a la piscina... Vamos a la piscina...
De todas las torturas que podían existir en Poniente esa era la peor de todas. Sergio prefería estar muerto antes que seguir aguantando más a aquella mujer. Intentó mandar indirectas pero ninguna fue efectiva. Ella seguía clavando sus palabras en el cerebro del caballero que odia Oasis pero, sin embargo, da a "Me gusta" en canciones suyas...
-Vamos a la piscina, vamos a la piscina.
-¡VAMOS YA! PERO CALLA
Verónica se quedó un tiempo en silencio. Algo que agradeció... Aunque no tardó en volver a abrir el pico.
-VAMOS A LA PISCINA, VENGA POR FAVOR.. VAMOS A LA PISCINA... VAMOS A LA...
Sergio sacó la daga y fue hacía ella con el corazón en el pecho...
-No por favor-gritó ella. Sergio levantó la daga y se rajó la garganta. La voz de Verónica se fue apagando... Escucharla a ella era peor que escuchar a Álvaro quejarse en una cena y escuchar a Álex decir porqué The Smiths son mejores que Aerosmith.
Sergio cerró los ojos y no volvió a escuchar nada.
Iba muy muy pedo....
Creo que Inés también deseaba la muerte de Verónica... Pero no dijo na´.
EPÍLOGO
Tras acabar el torneo... que acabó más o menos cuando normalmente una fiesta empieza.
El Joven Rey se relejaba tomando un café junto con Verónica, La chica a la que le besó el fuego y Juanjo.
-Gran torneo el de este año, Lord Carlos-Dijo Juanjo
-Para algunos más que para otros... ¿Vos no la habías palmado?
En ese momento llegó un cuervo.
-"Alas negras, palabras negras" dijo Carlos
-¿Qué dice la carta?-Quiso saber Verónica.
-Marta necesita mi ayuda... Está en la renfe (NO SE ME OCURRE NADA MEDIEVAL PARA REFERIRME A ESO) y no posee dinero y debe regresar a su pueblo...
-Vas a ir a ayudar a esa pu...
-Sí...
-No lo hagas, Carl..
-Lord Carlos, para ti.
Carlos cogió el caballo y se dirigió hacia ella a la velocidad del rayo de luz matinal.
-¿Marta?
-Gracias, Carlos. Gracias por venir
-¿Estás bien?
-Sí, creo que sí. Eras mi única esperanza. Te debo todo.
-No me debes nada...
-Sí. Te lo debo-Marta abrazó a Carlos y ella le clavó un puñal por la espalda
-¿Q-qué? ¿P-por qué?
-Nunca he sido la que creías-Marta hundió el puñal mas hondo-Aquí está tu recompensa, bastardo.
Finalmente, Carlos cayó al suelo. Otra apuñalada en la espalda a lo que le siguió una tercera. A la cuarta, no sintió nada. Solo el frío...
