domingo, 30 de noviembre de 2014

COMO LA VIDA MISMA. Capítulo 54. Cómo conocí a los demás

Junio de 2013 



-A ver, a ver. Aún hay cosas que no me quedan muy claras de tu blog. Metes ahí a personajes en un capítulo sin conocerles de nada y empiezas a contar una historia que no tiene sentido.
-Ya-Contesté
-Y no hay personajes fijos, un día hablas sobre Álex otro sobre... No sé, Andrews... Y luego o están un tiempo sin salir o aparecen de forma seguida y vuelven a desaparecer.
-Ya
-No tienes nada de organización. Es increíble. Metes a gente en tu blog para rellenar sin ningún sentido.
-Oye, tengo que irme ya
-Deberías hablar de más cosas. Tener un sitio centrado y.... Por dios, contar todo desde el principio. Algo estilo "Así conocí a no se quién" "El origen de esto" Por cierto tienes que afeitarte...
-De verdad, me están esperando
-Yo te doy un consejo.
-Sí, sí... Pero ella está a punto de llegar... Si no te....
-Haz de nuevo el blog comienza a hacer cosas más serias, contadas desde el principio... con...
-¡VALE! ¡VALE! Hostia lo haré.
 -Y habla de cómo me conociste.... Bichito.
-QUE VALE, SIMONA LO HARÉ. NO SÉ EL PORQUÉ SE ME OCURRIO DECIRTE QUE TE LEYESES MI BLOG
-Porque cobro igual, cabrón.
-A fregar.
 

Bueno, empecemos con este capítulo sin ningún trasfondo. Solo lo  hago  para conseguir visitas.... Como si de Tuenti se tratase.


Os explico: Simona tenía razón. Mi blog es un caos de cosas sin sentido... Y hay personajes a los que todavía no he dado la suficiente atención. Por lo que tengo que hacer algo que nunca pensé... FLASHBACKS



Era agosto de 2007 y yo estaba en Benidorm con mi prim.....

Seamos serios:


CÓMO  SALVÉ LA VIDA CONOCÍ A JORGE  



Bueno lectores, hago este pequeño aporte en el blog para contaros como conocí a Carlos, comencemos.
Realmente no recuerdo la fecha exacta en la que le conocí, de una cosa estamos seguros, me caía fatal nada más conocerle. ¿Qué pensarías vosotros si la primera imagen que tenéis de una persona sea viéndole con una pistola de perdigones disparando a unas latas y moviéndose como si estuviese en Vietnam?... Exacto…menudo idiota jajaja
Después de ese momento la verdad es que no hablaba mucho con él, sinceramente cada cosa que decía me parecía absurda. Con el tiempo empezamos a hablar un poco y ya un día nos invitó a unos cuantos a su casa. Fuimos todos primero a su habitación, toda llena pistolas y escopetas de perdigones (que raro), luego ya estuvimos en el salón y ya nos fuimos cayendo bien la verdad, con el tiempo nos hicimos amigos, incluso fui víctima de un secuestro a lo James Bond (Si…soy el mismo que le ha llamado idiota antes).
Luego llegaron las tardes Guitar Hero como si en un festival estuviésemos, fueron buenos momentos la verdad.
Su manía de estar vacilando todo el rato nos trajo algún desencuentro que otro la verdad, entre eso y su facilidad para inventarse su vida te ponía nervioso.
Con el paso de los años nuestra amistad fue en aumento, y por desgracia le tocó vivir en primera persona un desagradable episodio en mi vida (Publicidad: El sonido del silencio)
Y así chicos hasta el día de hoy, buenos momentos, malos momentos, pero durante el transcurso del camino te vas dando cuenta de una cosa, Carlos será muchas cosas, pero lo que no es desde luego…es un idiota.

Y así es como conocí a Carlos, espero que este breve aporte os guste y os parezca entretenido…hasta más ver…




Vale, no volveré a decir a Jorge que escriba en mi blog...




CÓMO CONOCÍ A MARÍA INÉS (SÍ, SE LLAMA ASÍ)


 A Carlos le conocí antes de que él me conociera a mí. Cada vez que salía al patio estaba apoyado contra la tapia de ladrillo, rodeado de un grupo de chicos del que no sabría diferenciar ni uno solo. Ninguno excepto él, por varios motivos, entre los que destacaba una sudadera rosa de estrellas (Joder Carlos, qué asco) que no le habría permitido perderse aunque quisiera.
Pero la principal razón era la incomprensible fijación de mi amiga con él, lo que ocupaba un tanto porciento muy elevado de su tiempo de observación y análisis, y por lo tanto del mío. Eramos muy niñas, se lo puedo perdonar. Al menos le concedo que tiene unos ojos bonitos, lo que no quita que me pareciera un capullo.

Pasaron los años, como pasa todo, y un día x de septiembre a principio de curso, probablemente llegando tarde (no lo recuerdo pero lo supongo, y lo más seguro que acierte) me encontré con Carlos en la misma clase. A saber cuántas veces había repetido ya.

Teníamos más en común de lo que cabría haber esperado; los chistes malos, comentarios por lo bajito, dibujos absurdos en la mesa. Y mucho tiempo después supe también que coincidimos con algo de música y cine, o por lo menos nos toleramos mutuamente hasta hoy. Me pareció  ligeramente menos capullo por días. Es más, llegó un punto entonces en el que le consideré hasta colega. Y por supuesto mi amiga aprovechaba esa situación para pedirme que le invitara a botellones de esos que a tus 20 te da puro bochorno sólo recrearlos mentalmente. Solíamos apostar a ver quién acababa más borracho de todo el grupo, y la mayoría de las veces me acompañaba a casa, lo que me recuerda a cierta ocasión en la que robamos una matricula de coche.

Hacíamos el mismo camino para volver a casa, y aún me acuerdo de la primera vez que volvimos juntos, en la que no pudo ser más tópico y sacar el tema de la música. Por supuesto yo le dije que no era mucho de música porque, francamente, me importaba una mierda el tema y lo que pudiera decirme al respecto, pero aguanté su charla sobre Metallica 10 largos minutos sin poner mala cara.  Años después le regalé un vinilo de Guns N' Roses.

No sé ni soy capaz de adivinar cómo, después de tanto tiempo, estamos como estamos, pero hemos tenido curdas que no me quiere recordar, algunos cortes y más cosas que espero que lleguen para que pueda contar en el blog porque, me sinceraré, ya no me parece un capullo.




CÓMO CONOCÍ A JUANJO. CÓMO ME PENETRÓ Y CÓMO ADOPTAMOS A UNA NIÑA VIETNAMITA IMITANDO CIERTA SERIE DE HUMOR DE ESTADO UNIDOS; SHINCHAN



De cómo destruir la humanidad o como conocí a don Carlos Serrano
Me presento. Soy Juanjo. Quizás me recordaréis por anécdotas del campamento o por algún video ligero de ropa junto con nuestro amigo. Con unos dulces dos años, marranos. Carlos me ha pedido que cuente como nos conocimos y yo, como buen amigo que soy, he tardado dos semanas en ponerme a hacerlo bajo coacción y amenazas que no vienen al caso.
Bien, resulta que mi papi y su papi tenían la desgracia de ser amigos. Aunque aún mayor desgracia para nuestras madres. En fin, yo nací (¡hurra!) cerca de un año después nació Carlos (¡bravo!) y un día sin proponérnoslo, dado que no teníamos ni consciencia de nosotros ni de lo que nos rodeaba, nos hicieron conocernos. Seguro que hubo alguna agresión por un juguete o por compartir un chupete. Cosas de niños.
FIN



Vale, a lo mejor eso no fue todo. En realidad nos hemos conocido dos veces (Incluso me atrevería a decir que tres), pero esta segunda es la que cuenta como “La presentación”. 
Para poneros en contexto, os comento algo sobre nuestros padres. Son como novias. Se enfadan, se reconcilian, se van de copas y se vuelven a enfadar. Cada fase durante un tiempo mayor o menor, pero el ciclo es básicamente ese. Antes de conocernos esa fase de enfado mutuo duró unos… Muchos años, no tengo ni idea.
Total, que un día mi señor padre recordó que tenía algo como un amigo que tenía algo así como un hijo. Hasta entonces ese amigo y ese hijo eran como Papá Noel en mi casa, todo el mundo habíamos oído hablar de ellos pero ninguno los habíamos visto. Decidimos romper esa racha y decidimos quedar un día para que ellos recordaran viejos (muy viejos) tiempos y nosotros… Pues a saber que pretenderían que hiciéramos. Nos montamos en el coche una mañana y fuimos a Madrid a la casa del susodicho. Llegamos, mi padre llamó a alguien y colgó. Y al rato apareció un señor con gafas, bajito y a quien ya le clareaba el pelo (bastante), junto con una niña y un tipo que (probablemente) no llevaría esa sudadera blanca de estrellas grises, pero que en mi cabeza llevaba siempre puesta. El plan era ir a mi casa que tenía piscina y hacer lo que los hombretones hacen, darse por culo hasta desgarrarse el ano jugar inocentemente y conocernos mejor. Digamos que como teoría estaba bien. Resultó en un viaje largo (vivía lejos) con nuestros padres hablando muy alto y nosotros en silencio mirando a la lejanía de la carretera.
Francamente, no recuerdo demasiado de aquél día o de los siguientes que nos vimos, pero si recuerdo que nos llevamos muy mal.
MUY
MAL
No podía ni ver a aquella especie de pokero con ropa de El Niño (acuérdate mamón) que encima era un capullo.
Aunque de algún modo nos acabamos llevando bien. Muy bien, de hecho. Es tierno eso de superar diferencias, aunque he de reconocer que estar más tiempo del necesario con él se me acababa haciendo insufrible. La música que escuchaba era horrible, y encima criticaba la mía. Pero era menos insufrible que los demás idiotas pijos de los campamentos, por ejemplo. 
Después de unas cuantas vivencias juntos (La primera fiesta que nos quedamos él, su primo y yo, campamentos de verano, algún viaje por ahí) nuestros papis volvieron a su rutina habitual y dejamos de vernos durante algún tiempo. Y al volver a verle (¡Oh milagro!) un nuevo Carlos apareció. ¡Un Carlos que estudiaba y aprobaba! ¡Que escuchaba Metallica, los Beatles, los Rolling Stones! Un Carlos que sabía de lo que hablaba, con el que se podía conversar y todo. Vaya un cambio, oigan.
Y así hasta hoy. Tres veces que le he conocido y las tres un Carlos completamente distinto de la anterior.
Y así acaba mi breve (pero intensa) intervención en el Blog de Carlos (Tenía un nombre y tal, ¿No?)
Si habéis leído hasta aquí, cogeos un buen libro, que falta os hace.
Paz y amor.




COMO CONOCÍ A ÁLVARO BARCO, PRIMERO DE SU NOMBRE. REY DE LAS PARIDAS QUE NO HACEN GRACIA PERO QUE SÍ HACEN GRACIA, REINA DEL BAILE Y ESCLAVISTA DE NEGROS, HOMOSEXUALES Y HOMBRES QUE PONEN SALSA EN TU KEBAB



El hombre más sabio que jamás conocí, José Carlos Serrano Montilla, apareció en mi vida una
tarde de primavera. De ello hace más de un lustro, pero los recuerdos regresan a mí como la
espuma de las olas del mar, dejando su rastro en lo más hondo de mi corazón. Yo, joven e
inexperto como era, no pude evitar sentirme cautivado por ese adolescente de barba extraña que
disfrutaba haciendo sufrir a la gente con sus armas de mentira. Poco a poco fui descubriendo que
detrás de esa mente inestable había algo especial, un buen amigo con el que reír, un amigo pokero
al que poder acudir si surgían imprevistos. No sé si fue su mirada, su risa, su extraña forma de
correr o sus “Stich”. Quizá fue su generosidad, el uso y disfrute gratuito de sus pistolas de aire
comprimido o su madre treintañera paseando por la urbanización. Todo fue tan rápido que a los
pocos días le envié un sms (cuando me costaban dinero) para felicitarle el cumpleaños (cumplía
15, aunque en realidad cumplía 14). Él me correspondió como lo hace un buen caballero:
invitándome a subir a su casa. Clavó sus ojos verdes en mis inestables pupilas (con 13 años aún no
había aceptado el ser miope y me costaba enfocar) y me dijo, con un hilo de voz cautivador a la
vez que sugerente, que cogiese una Coca­Cola (sí, del famoso frigorífico de bar que sigue teniendo
Carlos en su nueva casa, el que está roto y del que siempre le robamos las mezclas, sí, de ese). Y lo
más importante, me cedió el abridor y depositó su confianza en mí. Ahí supe que seríamos amigos
para siempre, salpicase o no salpicase. Posteriormente nuestra relación sufrió altibajos, me sentí
apartado al no estar incluido en la lista de su primera fiesta en un local (evidentemente salió mal,
su padre le descubrió) y sufrí sus petrificantes maquinaciones. Creí que nuestra amistad se
evaporaría, el hilo que nos unía era fino como la seda que cubre a las ninfas del bosque eterno de
esa locura a la que llaman amor.

Pero un día me invitó a ver porno a su casa. Y claro, así te ganas a cualquier pre­púber de 13 años.




Mi blog ya no puede caer más bajo...
Votad a la persona que más gracia te hiciese y podrá ganar 10 copas gratis en ROCK STUDIO.
Mostrando Como conoci a Carlos.docx.

1 comentario:

  1. Como solo comento yo siempre, las copas son para mi?

    Ahh el voto de humor para Ines y el voto de epicidad para Alvaro

    ResponderEliminar