sábado, 4 de enero de 2014

COMO LA VIDA MISMA. Capítulo 40. Bonus track. Lo que Carlos no vio (por Perona)

Me dispongo a contar el día en el que conocí a Carlos, uno de los peores y más importantes días de mi vida, probablemente a partir de aquel día todo cambió mucho, llegando a cambiar tanto que ahora tengo relación con el personaje que habitualmente es el protagonista de esta historia.




Cómo bien ha comentado Carlos, aquella fiesta pintaba mal, muy mal. Ese local por entonces un sucio antro, pero tan sucio que el Ministerio de Sanidad probablemente recomendaría evacuar la zona por graves riesgos hacia la salud.  La suciedad se podía ver, tocar, oler, saborearla (algo nada recomendable) e incluso escucharla, lo último es raro, pero tiene su explicación casualmente la bajada de agua (no la que sale por tu grifo exactamente) de todo el bloque pasa por el local y cuando alguien hacía de vientre se escuchaba. La mierda fue un factor clave para seguir definiendo la palabra antro, pero no es solo eso, en el pasado fue una frutería por lo que quedaban por allí patatas y cebollas de hace un par de décadas y algo que determinaría la historia de uno de uno de los protagonistas ¡Una furgoneta! Si, en el medio del local había una gran furgoneta que hacía parecer todavía menos ese lugar como un sitio festivo. Por ultimo para definir ese lugar infernal se puede decir que había pocos asientos, tan pocos que se sacaron los asientos de la furgoneta para que la gente se pudiese sentar. 

Había tres zonas en ese local, la de la furgoneta, lugar muy deprimente, la habitación de la cámara frigorífica, tampoco se podía decir que era Euro Disney y un habitáculo que daría para hablar, el pequeño cuartucho por el cual se subía por unas angostas y peligrosas escaleras de madera. Allí había muchas cosas, algunas de ellas muy importantes, mi minicadena, todos los abrigos, botellas y otras sustancias. Esa habitación es un lugar de culto todavía por lo que pasó.








Era ya 2012 un año que pasaría a la historia, pero no por ser esencialmente muy positivo. Hacía bastante frío, bueno lo normal por esas fechas, sin embargo en el local excepto por eso de la mierda en cantidades salomincas, se podría criar osos polares sin necesidad de termostato, como mucho alguna mantita,  para los pobres osos. Algunos diréis joder, si el lugar era tan malo por qué fuisteis. Básicamente porque no había otro sitio, tenía dieciséis años pese que por aquellas yo ya tenía una barba considerable, no entrábamos en ningún lugar de fiesta legalmente ni de coña. Por ello, mejor eso que nada, aun así había otro gran problema a través del que llegaría Carlos a la “fiesta” de fin de año, la disponibilidad del local fue conocida por nosotros el día 29 así que prácticamente todo el mundo ya tenía un plan para esa noche, solo quedábamos cuatro desgraciados como desesperados buscando algo.

Se formó un grupo heterogéneo de gente, por un lado mis colegas con los que había compartido media vida en el barrio y por otro lado la gente nueva que estaba conociendo en bachillerato. Claro mis amigos antes de esa fiesta estaban preocupados, decían cosas como que ya verás como viene gente de fuera y nos la lía, rompen cosas o vete a saber tú.

ERROR

Nosotros dimos todo el espectáculo de la noche, la liamos a niveles patéticos, empezando por mi, este ilustre organizador de eventos cutres. Recuerdo cenar esa noche de una forma copiosa... No lo volveré a hacer.  Llevábamos menos de media hora dentro del local, yo estaba ese pequeño cuarto mientras ponía la música, me bebía mi primer cubata y probaba otras mercancías, la comida decidió seguir el camino inverso a la digestión habitual. Solo tenía tres salidas en ese momento hacia atrás donde estaban todos los abrigos, por la ventana del cuartucho que daba justo a la sala de abajo con toda la gente o detrás de la minicadena, a la pared. Solo decir que redecoré el gotelé esa noche.

La veda estaba abierta, una de las peores noches de mi vida no estaba nada más que a punto de empezar.

Esta particular circunstancia provocó que no bebiese, lo que me convirtió en uno de los pocos sujetos sobrios del local. En breves sería una especie de niñera-enfermero-segurata, hubo de todo, nada más empezar el dueño del local empezaría a sabotear los cubatas de los invitados con su litrona, algo anecdótico, al fin y al cabo varios amigos míos llegarían a puntos muy críticos con la bebida, me centraré en los dos puntos críticos más importantes, extremos totalmente opuestos.

El primero se pilló una borrachera comatoso-agresiva, primero empezó a insultar a todo el mundo, después también pero a la vez que se moría. Mientras me dedicaba a mil cosas, entre ellas justificar el porqué de mi pota y limpiar las primeras que iban apareciendo, porque no fui el único, empecé a rescatar del coma etílico a mi amigo, aquí es cuando te vuelves cabrón. Si, aparecen maravillosas ideas como: vamos a meterle un cubito de hielo por dentro de la ropa, aunque estés en Siberia; Pues vamos a sacarle a la calle sin abrigo, que eso despeja mucho; Pues vamos a intentar que vomite todo, que así se evita el lavado de estomago; Pero la mejor es la mía, vamos a despejarle de la mejor manera del mundo... A palos, bofetada tras bofetada, me gané un rinconcito en la lista de las personas de las cuales un día se vengará.

El segundo fue la peor borrachera de todas, la menos recomendada, el pedo depresivo, llorón, el Alex Ubago, como lo queráis llamar. Este hombre, pasaba por un mal momento y el alcohol fue un gran catalizador para mostrarlo. El problema es que nadie se enteró de su borrachera, en un momento de la noche se convirtió el más ebrio del lugar, además esa era su intención, tu lo sentabas en una silla y cuando te dabas media vuelta estaba asaltando el armario donde se guardaba el alcohol, en una de esas se pimplo media botella de vozka a palo seco, llegando a esconderse en la cámara frigorífica para seguir bebiendo. Lo peor de todo es que el quizás tenia un buen motivo para beber, algunas de sus palabras ese día serían muy importantes para mi ese año. Al final le dejamos tumbado en los asientos de la furgoneta que sacamos, dejando una gran montaña de vomito debajo de él y también dentro de la furgoneta, porque se nos volvió a escapar.

Pero claro, esto no fue lo único pasaron mil historias en aquella noche. Algunas de las más míticas fueron: el triangulo de las lesbias, si en ese local hubo escaseo de mujeres y además lo poco que había tenía novio o directamente te podía quitar a ti la chica; También recordar las caídas por la escalera de madera, lugar donde previsiblemente veía una desgracia, pero al final solo fueron caídas cómicas, menos mal que no murió nadie ese día; Toda fiesta tiene sus borrachos toca pelotas, aquí hubo dos, cuando el resto de seres humanos lloraba, luchaba por su vida o se amargaba, ellos dos decidieron armar escándalo y descojonarse de absolutamente todo; Finalmente cuando pensábamos que ya no teníamos que ir a Urgencias a otro chaval se le calló el marco de puerta en la cabeza, lo que faltaba... Sangre, al final no fue nada pero cerró una noche nefasta.

Esa noche recogí muchas potas, pero no fue lo más importante, me di cuenta que a partir de ese día mi vida cambiaba, joder, vaya si cambió, ahora me junto con Carlos del cual si no me enseñan una foto juraría que no vi ese día en el local. Pero como diría él, bueno chicos, como conocí de verdad a Carlos es una historia que llegará en la próxima temporada.




PD: Por cierto, esa noche también tuvo consecuencias económicas, el pantalón de ese día no volvió a ser de su color original y he dicho que había ciertas sustancias, puede que fuesen mías... Pues en un descuido, desaparecieron, que casualidad.


7 comentarios:

  1. Vale, vale. Yo copio a CCAVM (CÓMO CONOCÍ A VUESTRA MADRE) pero tú, cabrón, copias a CLVM (COMO LA VIDA MISMA) UUUUhhh ahhhhh uuuuahhhh

    Nos veremos en los tribunales Perona...
    Oye, no quiero que se vea mi nombre ¿Cómo se pone anoni

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  2. Mierda, ese era el botón de enviar. Voy a mirar este

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  3. MALDICIÓN! También era el de enviar...da igual, prosigo... Tío me alegra de que también te dignes a escribir, macho, me has sacado unas cuantas risas. Deberías seguir con esto.. conmigo... unete...

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  4. Entiendo que no quiera escribir siempre contigo, pero supongo que yo lector anonimo entenderé que quiera hacer algún especial. Por cierto que atractivo es el escritor...

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  5. Es.. decir... Hablamos de Carlos ¿No?

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