Christopher Nolan toma 2: Insomnia.

Después de la fallida pero innovadora "Memento", Christopher Nolan no debía estar muy habido de ideas, ya que decidió tirar por la senda del remake adaptando una película noruega, "Insomnia".

"Insomnia" cuenta la historia de Will Domer (Al Pacino) y su compañero Hap (Martin Donovan), detectives de Los Ángeles enviados a Alaska para investigar el brutal asesinato de una joven. Ambos están siendo investigados por asuntos internos, y Hap le comunica a Will que va a pactar con ellos, lo que pondría en peligro su prestigiosa carrera y reputación. Cuando están a punto de capturar al asesino, Will dispara y mata accidentalmente a Hap confundido por la niebla. Comienza aquí la tortura del personaje de Al Pacino, pues la culpa y la duda de la accidentalidad de la muerte de su amigo comienza a amargarle y a no dejarle dormir, es decir, insomnio. A todo esto se suma la aparición de Walter Finch, un escritor local amigo de la joven asesinada, el cual se confiesa asesino de la misma e intenta chantajear y coaccionar a Will para que ambos se guarden las espaldas, ya que considera que la naturaleza de ambos "asesinatos" es la misma.

¿Qué es Insomnia? es un thriller policíaco de lo más convencional, pero su gran aliciente es el duelo interpretativo que ofrecen Pacino y Williams. Quizá su gran gran pero sea la tardía aparición del personaje de este último, que no aparece pasada la hora de metraje. Además, Nolan vuelve a demostrar lo hábil que es bajo la cámara, y la facilidad que tiene para dotar a sus films de atmósfera y ambientación. Además es guión está trabajado, y cuidadosamente y con mesura va poniendo sus piezas en el tablero, y desvelando poco a poco los entresijos de la historia. Realmente, creo que es el modelo a seguir que debería tener el cine convencional y comercial americano, ya que posee nervio y tensión, y a su vez templanza, y no ofrece ningún bajón a lo largo de su duración.

Insomnia es una película que nos habla de la culpa, de aquello que nos atormenta, del pasado del que no podemos escapar, y que solo cuando conseguimos desprendernos de todo aquello, es cuando podremos dormir tranquilos, con nuestra conciencia limpia y pecados purgados.

Quizá fuese una película de transición dentro de la carrera del cienasta británico, pero creo que es una de sus películas más interesantes y con más valor, y no esas tonterías que le quedan grandes que intenta hacer desde Batman Begins. En conclusión, no le cambia la vida a nadie, pero nunca está demás encontrarse con sorpresas así.

Nota final: 6,75.