sábado, 27 de abril de 2013

La última historia. Capítulo 8 "Un hombre sin nombre"

Debajo de unos ojos grises se escondía algo más, aquella mirada cansada pero penetrante llegaba más allá de lo físico, atravesaba la parte inmaterial de cualquier ser humano, aquellos ojos podían decirnos más de la muerte que de la propia vida. Unas grandes cejas cuadriculadas hacían de su cara algo menos serio  aun así probablemente os puedo asegurar que en una situación normal si ese señor viniese de frente, probablemente me cambiaría de acera. Quizás los pelos más característicos no eran exactamente los de sus cejas... De una fea nariz salían aun más feos pelos blancos que se entremezclaban con un gran bigote bicolor, a pesar de eso se notaban ciertas cicatrices por los labios, la barba de un par de días delataban en su rostro marcas de heridas pasadas, cortes profundos que mostraban una vida no exactamente sencilla. Fuertes brazos acompañados de una camiseta de tirantes con chorreras de sudor, grasa y suciedad de por lo menos un par de meses mostraban el exterior de un tipo muy peculiar.

 - Te ha cambiado la cara - Dijo poco después de darme tantas noticias impactantes seguidas - Casi tienes la misma  que el día que bajaste del avión - En ese momento su gesto cambió, parecía preocuparse de verdad por mi estado de salud, aun así no dejó de usar su tono irónico en ningún momento - Tranquilo no te vamos a matar, solo a torturar lentamente - Se volvió a reír otra vez, pero ahora con una expresión más seria en la cara, en ese momento me planteé si los alemanes realmente tenían corazón , ese hombre contra más segundos pasaba a mi lado más extraño me parecía - Ya se que en poco tiempo te he dado demasiada información, pero es mejor ahora que después, por lo que pueda pasar... Te dejo un rato a solas con tus pensamientos, cualquier cosa que necesites solo tienes que salir afuera, de todas formas en la mesa tienes un poco de arroz, agua, un par de papeles y una pluma.

 - Gracias, pero me gustaría saber cual es su nombre - Pregunté por averiguar algo más de aquel extraño sujeto, pese a preguntarme cosas más sustanciales dentro de mi cabeza pensé que esa pregunta me abriría el camino para futuras aclaraciones.

 - Se que mi nombre no te importa, a parte no es buen momento que un cargo importante del ejercito los Estados Unidos sepa mi nombre - Respondió cerrando la puerta, otra vez con ese dichoso tono irónico.

Muchas eran mis dudas en aquel momento, la preocupación por mi vida aumentaba progresivamente, tenía claro que si no me mataban ellos, al volver al ejercito me enfrentaría a un tribunal de guerra por perder un avión y mantener conversaciones con el enemigo. Sinceramente estaba bien jodido.


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