Aquella reunión la recordaré como la uncia en la que intenté comprender cual era el objetivo de la misión, pese a ser una guerra absurda los de arriba hacían de este paraje su peculiar tablero de ajedrez, la misión se llamaba así: "Operación Rolling Thunder", posiblemente uno en cuanto a nombres menos absurdos de los que escucharía a lo largo de la guerra. En palabras del general era algo tan sencillo como: "Bombardear las zonas industriales y los puntos claves para el enemigo" La reunión se prolongó un par de horas, la sala de reuniones de aquel portaaviones olía a cuadra, el resto del barco simplemente a heces y testosterona. Los detalles técnicos de la reunión no los recuerdo, pero si que mis pertenencias serían llevadas a la zona sur de la península y que allí me esperarían a mi regreso, no tenía mucha fe en ello en aquel momento, pero no podía dar ya ningún paso atrás.
En la cubierta los aviones nos esperaban, relucientes F-4B Phantom, balas de plata dispuestas a vaciar su munición sobre el territorio enemigo, era un día muy nuboso por lo que bombardearíamos a ciegas, pero así creíamos evitar el enfrentamiento contra los vietnamitas, como bien dije creíamos Aquel momento en la pista las conversaciones de los pilotos no tenían nada que ver con el infierno que posteriormente viviríamos. Mi amigo Tom que no se separaba de su radio, me comentó muchas cosas de las cuales yo no entendía muy bien el porqué de contármelas, más bien no se ni porque le interesaban a él. Al parecer Canadá tenía nueva bandera y nosotros aquí ensuciando la nuestra, también me hablo de las conspiraciones de la muerte de Marilyn Monroe... Cosas que me daban absolutamente igual, yo sabia que la guerra empezaba ahora y que probablemente tardaría mucho en acabar, por lo menos para mi.
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