domingo, 10 de marzo de 2013

La ultima historia. Capitulo 2 "El primer vuelo"

La bandera hondeaba como si el tiempo estuviese a punto de pararse, como si la tierra de repente dejase de girar. Mientras me ajustaba el casco caían de mi frente gotas de sudor frío gotas que me resbalaban por toda la cara, el sudor no lo producía la humedad, ni si quiera el calor de aquel aparatoso casco, era mi corazón latiendo a ritmo de una melodía infernal. Este probablemente impulsado por mi razón le decía a mi cuerpo que montarse en ese avión era una locura. Antes de montar ya sabía que no era un vuelo rutinario, pero tampoco pensé que es lo que se nos venía encima.

Todavía seguía lloviendo, un día después de que las tropas empezaran a formar y preparar los botes que les llevarían a la península. No era una lluvia intensa como para calarte por completo, pero si lo suficiente para que no pudieses mirar al cielo tranquilamente. Nos tocaba subirnos a los Phantom, el presupuesto de guerra de los Estados Unidos era grande, pero no lo suficiente para comprar un par de banquetas para subirse a los aviones, así que no era una escena demasiado épica, más bien eramos como jinetes inexpertos montándose en caballos indomables de un par de toneladas.

Pese a lo que podríais creer el mecanismo de aquellos aviones no era mucho más complicado que el de una cafetera solo que con un par más de botones e indicadores, los que fabricaban aquellos aparatos sabían que en la mayoría de los casos lo más grande que habían conducido alguno de los pilotos de esa guerra eran los tractores de sus granjas. 

La pista ligeramente húmeda reflejaba los pocos rayos del sol como si de un es espejo se tratase, cuando me tocó a mi salir la lluvia nos daba una tregua, como si desease que aquello comenzase. Desde aquel portaaviones saldríamos nueve aviones, dirigidos por el oficial Chuck los cuales nos encargaríamos de bombardear la zona noroeste de la península. Cuando arranque aquel aparato me dí cuenta que no funcionaba como los viejos aviones de la academia militar con una hélice en cada ala, tenia dos motores atrás te hacían pegarte mucho más a tu asiento, parecía que te querían absorber. Por rango mi posición de salida era el cuarto, pero poco a poco iría saliendo antes... Cosas de la guerra.

Al ponerme en el inicio de la pista mi corazón palpitaba como si fuese a darme un infarto, los sudores fríos se multiplicaban conforme cogía velocidad por aquella pequeña pista. Prácticamente tenías que arrancar la palanca de vuelo para elevar ese cacharro, pero pese a mis nervios fue un despegue de lo más rutinario. Ahí estaba yo en pleno vuelo, a punto de vivir el primer infierno de los muchos que me tocarían vivir ¿Qué quien era yo? Pocos en el ejercito conocían mi nombre, ya fuese en vuelo o a pie de pista mi nombre era "Pajaro" en la reserva me lo pusieron por cómo podía girar en vuelo los aviones,  bueno... Y porque en un día de permiso me puse a hacer mis necesidades encima de un tejado. 





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