lunes, 18 de marzo de 2013

PERDERÁS TODO LO QUE AMAS. Capitulo 7. La voz que ignoramos



Esa voz que susurra, esa que nos dice cosas que no queremos hacer. Algunos pueden evitar esa voz,

 otros no.














El sudor aparecía nuevamente en el rostro pálido de Taylor.
Los nervios se le despertaron e hicieron mover la mandíbula como si se tratase de una calavera de dibujos animados.
Taylor se llevo las manos a la cara y empezó a frotarse fuertemente mientras se las iba subiendo y recorría con ellas cada punta de su pelo negro, agitándolo , dándolo masajes capilares para reaccionar ante la nueva carta, la cual se encontraba ahora en la mesa del restaurante, junto a la copa de vino a medio beber.
-Me estás asustando, joder Taylor- dijo Kevin preocupándose por su amigo que se encontraba en frete suya, percibía como se horrorizaba cada vez más al ver el la carta sobre la mesa.
-¿Qué cojones pasa, Taylor,contesta, no me jodas.
-A..agua- Vocalizó duramente Taylor.
-Traiga,agua.Traigan agua, Dios!
Un camarero llevó una jarra de cristal a la mesa y sirvió un gran vaso a Taylor, este solo bebió un poco y echó una mirada al cielo.
-No se que está pasando en mi vida,Kevin-Finalmente soltó tras una larga pausa que se mezclaba con el sonido de ambiente del restaurante.
-Llevo unos días recibiendo estás cartas y me están pasando muchas cosas, no se que me está pasando en realidad.
-¿Llamo a un médico, a la policía? Demonios, amigo ¿Qué te pasa?
La voz que susurraba a Taylor cuando empujó a aquella vagabunda nuevamente se reactivo.
AMOR-ODIO. AMOR-ODIO. AMOR-ODIO. MUERTE. MUERTE, MU...
sonaba la voz en su cabeza, como si un hombre enano estuviese dando voces en la cueva de su mente.
AMOR-ODIO. AMOR-ODIO.....
-¿Quieren que llamemos a un médico señores?- Preguntó el camarero que trajo la jarra de agua.
-¿Quién le dio el maldito sobre?- Preguntó Taylor brindando otra mirada al cielo mientras se contenía las lagrimas que empezaban a brotar de sus ojos azules
-Yo no se, yo no llegue cu. cuan- contesta el camarero
-Pegunta lo- Interrumpió Kevin- Pregunta quien trajo ese maldito sobre, maldita sea.
Mirando a Taylor esta vez y agarrándole las manos le dijo:
-Mañana vamos a denunciar esta mierda, es fiesta pero las comisarias están abiertas, vamos a ver que hijo de puta está metido detrás de esto
-No es solo eso Kevin.
-¿Qué es? entonces.
-Ni idea.. pero me está pasando algo muy raro...muy raro.
En ese momento una mujer, joven con una melena rubia ondeando y unos ojos verdes, que gritaban pasión entró por la puerta con su paraguas gris y su abrigo blanco de corte italiano que hacía juego con el lugar en el que estaba.
-No vamos a casa, Sharon- Dijo Kevin besando a su novia y pidiendo la cuenta con indignación.
-¿Qué.. qué pasa?-Preguntó ella inocentemente, viendo a Taylor como caía en una especie de estado de locura interna.
-Te lo explico en la cama, cielo. Tay, vayámonos, amigo.
-No, no puedo- dijo él
-Agárrale, no se que le pasó, nos lo llevamos a casa, está jodidamente mal, llama a su novia, bueno su ex-novia y a su padre, deberían saberlo. La cuenta, joder, la maldita cuenta.
Cuando llegaron al apartamento de Kevin y Sharon, acostaron a Taylor en el sofá, seguía desprendiendo un sudor frío que cubría cada rincón de su piel le acompañaban unos temblores fuertes, no decía palabra.
Ellos se fueron al pasillo del dormitorio a hablar entre ellos.
-¿Estará enfermo?. Sería conveniente llevarlo a un hospital o al médico mañana o no se...- Dijo ella con un tono serio y potente, mirando como su novio se hallaba intentado buscar una solución a su amigo.
-Mañana iremos a comisaria, cielo. Mañana te explico todo. Estoy super cansado, de verdad, me está volviendo a dar los problemas de jaqueca. Vayámonos a dormir- Kevin beso la mejilla de su novia y cogiéndola de la cintura, se la llevó a la cama,esta vez sin la intención de todas las noches desde hace tres años
Él se durmió mas tarde que ella, esa noche no hubo roce alguno, Kevin estaba muy pensativo sobre lo sucedido en la cena
-Los camareros no sabían nada, ninguno, joder-Repetía mentalmente
Se llevó a la boca unas pastillas para dormir que le recomendó su doctor y el sueño apareció
Taylor no durmió.
A mitad de la lluviosa madrugada, su sudor se hizo más fuerte y empezó a temblar como nunca, sentía fría,le picaba la cabeza y la voz susurraba de nuevo. Notó como la herida, esa herida de la que su amigo no se fijó, empezaba a gotear sangre otra vez, notó como si hizo más profunda y grande, notó cada gota cayendo sobre el bordado del sofá, Notó lo que antes no notaba.
Algo raro estaba pasando en su cabeza desde que leyó por cuarta vez esa frase.
Vio en el móvil tres llamadas perdidas de su padre y otras cuatro de la mujer que antes amaba.
La voz seguía susurrando, susurrando.
Se levantó y se dirigió hacía el cuarto de baño para ver su herida, pero se postró ante la habitación de su mejor amigo y su compañera conyugal, la figura de ellos dos en la cama cara con cara, iluminados por la luz de su pasillo.
Una sensación que nunca había tenido le penetró el alma, la voz del interior ( El otro hombre) empezó a susurrar más fuerte convirtiendo el susurro en una voz seca y profunda.
Ira, Ira empezó a notar y más que ira, celos, nunca los había tenido. No sabía porque, pero sentía celos. Empezó a cerrar el puño con fuerza mientras apretaba los dientes y dejaba salir gruñidos como si de un animal salvaje se tratase.
La voz de su interior empezó a gritar
PERDERÁS TODO LO QUE AMAS.
PERDERÁS TODO LO QUE AMAS.
PERDERÁS TODO LO QUE AMAS.
Taylor se dirigió a la cocina, seguía notando el caer de las gotas de su herida. Cogió un cuchillo de la encimera y volvió al lugar donde estaba.
Contemplando las dos figuras moverse en la cama, embarcadas en un sueño, Taylor siguió con esa sensación, le recorría todo sus pensamientos.
Empezó a respirar forzosamente, la voz seguía gritando en su cabeza, no podía hacerla parar.
PERDERÁS TODO LO QUE AMAS
PERDERÁS TODO LO QUE AMAS.
Taylor dio un paso hacía la habitación de ellos.
sujetando el cuchillo, sujetando lo que podría ser su perdición
pero lo que no podía sujetar era esa voz interior, esa voz que en un tiempo pudo controlar pero ahora es ella la que le controlaba a él.
PERDERÁS TODO LO QUE AMAS decía
PERDERÁS TODO LO QUE AMAS.
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Este capítulo me gustaría dedicárselo a una persona que me ha sorprendido  mucho (Para bien) estos últimos meses. Una persona que me ha convencido de seguir con esta historia. Aunque no sea buena.
A estado leyendo estas historias y eso ha sido para mi muy importante. Sin ella probablemente hubiese abandonado este  proyecto y no me hubiese embarcado a más, pero no. Ella me convenció haciendo que me saliese una sonrisa estúpida  cada vez que hablábamos.  Por lo cual la tengo que dar gracias, porque ahora quiero seguir con estas cosas y  sin ella no hubiese sido posible nada de esto.Gracias Marta,de verdad. Espero que algún día sea al revés.  y sea yo el que te de esos ánimos que me has dado  aunque sea para estudiar.


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